jueves, 30 de abril de 2009

Déjà vu

Desde la cárcel, Patti anunció su candidatura a diputado nacional.
Hace asi tres años escrbí esto para una materia de TEA...
Qué tristeza!

Una sociedad que se auto-patrulla

por Agu.
2006

El veto al ingreso de Luis Abelardo Patti a la Cámara Baja debería servir como un disparador para el planteo de por qué una parte de la sociedad elige, bajo un sistema democrático, a una persona que estuvo presuntamente involucrada en crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Una explicación posible podría ser la persistencia de patrones autoritarios en los microcontextos sociales (escuela, trabajo, familia) debido a la pauperización de una educación que, en los últimos treinta años, no supo construir una conciencia colectiva. De esta manera, gran parte de la población argentina cae en el reduccionismo de pensar a la “mano dura” como la solución adecuada frente a la delincuencia.

En primer lugar, depositar en una persona autoritaria (Patti en este caso) la responsabilidad de mitigar la inseguridad a través de métodos represivos consiste en un mecanismo simplista que deja fuera de análisis las causas últimas que lanzan a las personas a la delincuencia (entre las que se podrían esbozar la desprotección estatal en cuanto a derechos de trabajo, salud, vivienda y educación). Este tipo de respuestas, entonces, son meras salidas cortoplacistas que, en lugar de resolver los problemas sociales-políticos-económicos de fondo, contienen provisoriamente conflictos que, tarde o temprano, emergerán nuevamente.

Ahora bien, el desconocimiento de los verdaderos factores que explican la existencia de la delincuencia resulta de un sistema educativo que no se preocupó por formar sujetos que se sientan y que, al mismo tiempo, reconozcan al otro como portadores de derechos. En tanto esto no suceda, el autoritarismo en los microcontextos continuará siendo una conducta habitual que se manifestará indefectiblemente en las instituciones democráticas. Éstas, que deberían ser garantes de los principios de igualdad, hacen eco del despotismo en lo que Michel Foucault denominó la microfísica del poder; es decir, en sus terminaciones capilares, en las manifestaciones cotidianas (entiéndase por esto a lugares como la escuela, el trabajo o la familia).

Si esto se tuviera en cuenta, el argumento del presidente del bloque de Diputados de la UCR, Fernando Chironi, para votar en contra de vetar el ingreso de Patti a la Cámara Baja, pierde consistencia. Chironi sostuvo que impedir la asunción del ex comisario sería limitar la legitimidad emergente del voto popular. Lo que el diputado parece olvidar es que esta legitimidad brota de la conciencia popular que las instituciones hayan sabido construir. Mientras que las escuelas públicas continúen con severos problemas, tanto programáticos como edificios; mientras se agudice la brecha entre los que más y los que menos tienen, condicionando el ingreso a la educación; mientras la Universidad de Buenos Aires continúe sumergida en una crisis, la legitimidad del voto popular ya está limitada, porque manifiesta un vacío intelectual, una pauperización de la conciencia colectiva.

En conclusión, la elección de Patti para que ocupe una banca en Diputados es un síntoma de la incapacidad, hasta ahora, de construir una conciencia colectiva que privilegie los espacios de reflexión por sobre las salidas simplistas y cortoplacistas. La democratización no debería implementarse solamente desde el Estado, sino que debería surgir también desde el interior de la sociedad “hacia arriba”.

jueves, 16 de abril de 2009

Mascotas

Por qué nos empecinamos en adoptar perros/gatos cuando sabemos que se van a morir antes que nosotros? Los incluimos en nuestras rutinas cotidianas, los cuidamos, los queremos, los dejamos dormir con nosotros en nuestras camas... todo esto sabiendo que vamos a tener que vivir su muerte. Es como una adopción masoquista.

Telegrama

Callao y Santa Fe. Señor sentado en una mesa de afuera de un bar. Justito en la esquina. Panza pronunciada. Tirando a los 60 años. Cucaracha en la bragueta. Cucaracha. Bragueta. Repito: Cucaracha del tamaño de una pelotita de ping pong reposando en su bragueta. Desagrado. Sigo caminando.

miércoles, 15 de abril de 2009

Mi merecido



De tanto reclamar el otoño, se ve que el verano se ofendió y, en su partida, me dedicó unas placas en la garganta (con fiebre, claro). Un verdadero rencoroso...